¡Qué calma de conciencia! ¡Qué tranquilidad conmigo misma!
Ayer, por fin, corrí como Dios manda: fuera de las paredes de un gimnasio, lejos de la dichosa cinta... Estrené las Asics (Melchor, Gaspar, Baltasar… complimenti),
no sobre el asfalto, sino sobre esa alfombra que es la pista de Canal (por cierto, mensaje los que se pasean cigarrito en mano por la pista de atletismo de Canal: os podiaís meter vuestros cigarros en un lugar oscuro y maloliente donde os sentaran igual de bien que a mí cuando me echáis el humo en plena carrera).Olvidé el cronómetro (en mi línea, claro que peor es cuando lo llevo a una carrera y me olvido de ponerlo en marcha) pero supongo que estuve más o menos media hora porque hice 6 kilómetros. Bien, sin fatigarme. Apenas sudé, aunque acabé en manga corta. La mala noticia: el "dolor alargado" ha vuelto.
Para celebrar mi contrición y que de momento ya no soy una “runner dominguera” me homenajeo a mí misma con este vídeo de Midnight Oil, Run By Night. Por cierto, qué buen grupo. No sé qué ha sido de ellos y por qué no fueron más grandes, tenían temas que eran trallazos. Cuánto bueno sale de Australia, señores... (bueno, también mucha basurilla)





