miércoles, diciembre 23, 2009

Santa Claus Is Coming To Town


Bueno, era obvio cuál iba a ser mi felicitación musical ¿no? ¡Comed y bebed como romanos!

Bruce Springsteen & The E Street Band. Santa Claus Is Coming To Town (aunque como no podía ser menos, mi aristocrática persona es de Reyes)

jueves, diciembre 17, 2009

Happy Birthday

Aunque en lo que a series se refiere el Madame es "peaker", buena parte de mi corazón lo tiene esta familia de chalados con los que comparto las repentinas obsesiones por la limpieza doméstica, el gusto por el vegetarianismo (¿has alcanzado ya el nivel 5 vegano, Lisa?), la pasión desmedida por la cerveza, la tendencia a padecer castigos en el cole o el vicio por la tele.

No hay nada como los Simpson. Hoy hace 20 años que se asomaron por primera vez a una pantalla de televisión. Desde entonces el protagonismo ha pasado del hijo gamberro al padre vago y borracho, (gurú intelectual y guía moral de mi vida) los famosos pierden el culo por una aparición, han protagonizado una película y hasta han inspirado un libro de filosofía. Algunas otras series de dibujos para adultos han aparecido tratando infructuosamente de acabar con su reinado mundial. Imposible.

Hay capítulos, como Flameado de Moe, que habré visto, sin exagerar nada, 30 veces (reposiciones ha habido para ello). Da igual. No me canso. Todos los días, si estoy en casa, a las 21.00 tengo mi hora simpsoniana.

Será porque Los Simpson son purito rock n' roll

Ramones. Happy Birthday

lunes, diciembre 14, 2009

Sooner Or Later In Spain

Eran las seis de la tarde del domingo. Estaba perfectamente acoplada en el sillón del salón calentito de mi amiga B. viendo las andanzas de Scarlatta O'Hara. Sufría los efectos de haberme calzado unas cuantas cañas en el aperitivo. Fuera hacía mucho frío. Si me hubieran dicho que el concierto de Light Of Day se suspendía (efectivamente, Quireboys no fueron los últimos del año) no me hubiera importado nada.

Pues mira tú por donde hubiera sido una pena porque me habría perdido uno de los bolos más divertidos de mi vida. Se trataba de un concierto benéfico a cargo de la fundación Light Of Day, que recauda dinero para investigar sobre el Parkinson. El cartel lo formaban Los Madison (la única banda local), Aaron Thomas, Jesse Malin, Marah, Joe D'Urso y Willy Nile.

A Los Madison ya los vi hace un par de años teloneando a Joe Grushecky y me llamaron bastante la atención, a mí, que soy una auténtica cabrona con los teloneros y los suelo cambiar por una cerveza más y un platito de olivas. Me parecen una banda de lo más solvente, con canciones de mucha elegancia y una estupenda ejecución y que más tarde tuvieron el detalle de cerrar la noche con una alegre versión de Santa Claus Is Coming To Town. Además, me gusta mucho el que el artículo del nombre sea en español, Los Madison. No sé, le da un toque antiguo que me gusta.

El siguiente fue Aaron Thomas, un cantautor astraliano afincado en España al que hasta ayer no conocía. Salió a escena tan solo con una guitarra y una acompañante en los coros y eso jugó en su contra, pese a tener canciones bonitas y una forma de cantar en ocasiones me recordaba a Jeff Buckley. El respetable, que también irrespetuoso, decidió que ese era el momento de la charla y casi no se oía nada en medio de tanta conversación. Juro que me tuve que cambiar de sitio porque a mi lado tenía una panda de cinco o seis tíos que, no sólo no se callaban ni para respirar, es que se hablaban a gritos. Claro que me moví para oír una interesante charla sobre un mueble que alguien todavía no había montado porque no estaba del todo decidido sobre dónde ponerlo.

Suerte que llegó Jesse Malin y castigó a semejantes maleducados con una de las actuaciones más cañeras y locas que he visto en mi vida. Vale, sí, la estrella era Willie Nile pero para mí Malin fue el triunfador de la noche. Encandiló. Hizo con el público lo que quiso. Y lo digo en el sentido más literal de la palabra porque de repente, durante Broken Radio, le dio porque nos sentaramos todos en el suelo en corro y allá que fuimos. Superenergético, como los batidos de proteínas, a pesar de ir sólo con un guitarrista y una teclista, Christine, a la que supuestamente también deberíamos haber visto después con su actual grupo, Marah. Más o menos por aquel momento debió ser cuando vi entrar a David Bielanko, ataviado con un gorro de Papá Noel y con cara de haberse bajado unos cuantos pacharanes por la Plaza Mayor.

Después del paseo triunfal del señor Malin tomaron el escenario Marah. El comienzo ya fue un tanto friqui con el Feliz Navidad de -creo- Bonnie M. La segunda canción fue Sooner or Later in Spain y a partir de ahí la cosa se jodió porque Bielanko se rebotó con el técnico que no le daba el sonido de guitarra que el quería, así que tras varios insultos, al final de la canción dio las buenas noches y se largó de la sala. Al bar de al lado, se comentaba. A nadie le extrañó.

El siguiente en aparecer en el escenario fue Joe D’Urso, al que tampoco tenía el gusto de conocer. No ha inventado el pan con rebanadas pero hace un rock de vieja escuela que enciende los sensores de los que disfrutamos con Springsteen o Mellencamp. Tocó con Los MadisonArrancó con una chulísima versión de Badlands y siguió con temas propios cuyo título, obviamente no recuerdo pero que funcionaron a las mil maravillas.

Por último la estrella de la noche, Willie Nile, descubierto hace relativamente poco por Madame, y que triunfó como no puede ser de otra manera cuando arrancas un show con House Of A Thousand Guitars y lo continuas con Hard Times In America (con recordatorio a George W. Bush incluido) Todo lo que este señor tiene de pequeñito físicamente lo tiene de grande sobre el escenario. Un hallazgo que me tiene en feliz espera de que me llegue YA su último disco.

El fin de fiesta fue con todos sobre el escenario (menos el huído) cantando versiones de Blitzkrieg Bop, Sheena Is A Punk Rocker y Keep On Rocking In A Free World (quizá alguna más pero ya llevaba unas cuantas cervezas…) además de la citada Santa Claus Is Coming To Town por Los Madison.

Cuando salíamos de la sala a pelarnos de frío hasta llegar al coche el comentario unánime era lo estupendamente que nos lo habíamos pasado. Y eso es lo que cuenta ¿no? Porque este sí que ha sido, definitivamente, el último concierto de 2009, y la verdad, ha estado muy bien

Marah. Sooner or Later in Spain

jueves, diciembre 03, 2009

A Young Man Is Gone

Eras hermoso, fuerte, valiente, lleno de orgullo como los héroes de las grandes tragedias.
Te fuiste joven, como el aprendiz de dios que fuiste. Te convertiste en mito.
Hace ya 20 años.
Te seguimos recordando.

The Beach Boys. A Young Man Is Gone


(Felicitaciones a la sección de Deportes de TVE por el homenaje emitido ayer tras el partido de Euroliga. Grandes recuerdos de los duelos con Norris, buena documentación...y magnífica música (Elvis, Eagles, Bob Seeger, Lynrd Skynrd..)

miércoles, diciembre 02, 2009

Wild Billy's Circus Story

En mi diario peregrinar por el metro de Madrid ya me he topado una de las cosas más desagradables que proliferan por Navidad (además de esperpérticos anuncios televisivos de colonias): los carteles anunciando circos. Lo que pasa por mi mente cuando leo, textualmente, "el oso humano" es, como poco odio visceral a los repsonsables de tamaña aberración, indignación con las autoridades que permiten su instalación y cabreo gordo con quienes la mantienen acudiendo a ver espectáculos de este tipo.


Muy ufano y simpatico es el cartel del circo americano Ringling & Barnum. Van de tradicionales amparandose en sus 139 años de historia y presumen del exotismo de sus animales. Lo que no publicitan ellos es la cantidad de denuncias de PETA y otras organizaciones similares que acumulan y la variedad vídeos que circulan por youtube (basta poner "ringling abuse" para obtener docenas) en los que se muestra como se golpea a los elefantes con barras de metal y en alguna ocasión con pinchos. En Ringling Beats Animals algunos ejemplos.

Otro de los ejemplos circenses que se ven por el metro es en el que figura Ángel Cristo. De este señor tan , tan, tan... indescriptible no voy a hablar, sólo recordaré el episodio de hace unos años, cuando abadonó cinco tigres y leones en lamentables condiciones.

¿De verdad es posible creer que un animal que con sólo una pisada, un mordisco o un zarpazo acabaría con la vida de un humano sin mayor problema aprende ridículos bailes antinaturales mediante caricias y caramelos? Un elefante, un tigre, un león, un oso... no han nacido para hacer monerías en medio de luces y ruídos, ser encerrdos y encadenados en una jaula o una caja y viajar miles de kilómetros y varios días con la mayor de las incomodidas.

Hoy en día existen muchísmas opciones de circos que no utilizan animales en sus números y se basan en la capcacidad artística de las personas que en ellos actuan. A juzgar por lo rápido que se agotan las entradas, por ejemplo en Madrid, del Circo del Sol no parece que les vaya mal.

Bruce Springsteen. Wild Billy's Circus Story (¿elefantes bailando funky? ¡Sólo en esta canción!)