jueves, julio 15, 2010

Family Tree

Me gusta el momento en el que termino un libro y empiezo otro pero a veces me da pena llegar al final. Como con el que terminé ayer después de la friolera de siete meses: Un cappello pieno di ciliege.

Menuda cenutria, se podría pensar, que tarda siete meses en leerse un libro. Pues sí, eso parece y no es lo habitual en mí cuando me gusta lo que estoy leyendo (cuando no me gusta lo dejo sin más. Hay muchos libros y pocos años para leerlos) pero en mi descargo tengo que decir que:

- Estaba en italiano (con el que me defiendo bien pero no domino, lo que implica lecturas, búsquedas en el diccionario y relecturas)

- Era un tochón de ochocientas y pico páginas

- Durante dos meses mis peregrinajes por el transporte público madrileño han estado ocupados por la preparación del EXAMEN.

Durante la carrera, cómo no, escuché alguna vez hablar de Oriana Fallaci pero (y esto da idea de la carrerilla de “señorita Pepis” que hice) jamás leí ninguna de sus entrevistas, que ya me esperan recogidas en el volumen Intervista Con La Storia.

Lo primero que leí de ella, supongo que en El Mundo, fue el celebérrimo artículo La rabia y el orgullo, publicado días después del 11-S que ella vivió en Nueva York. En ese texto, que luego se convirtió en libro, acusaba, al margen de posturas políticamente correctas a Europa de reaccionar con pacatería ante el avance del islamismo radical. La Fallaci, nunca fue tibia y sí muy visceral e independiente en sus tomas de postura. Tenía el culo pelado de cubrir guerras, especialmente en oriente, así que no hablaba desde la ignorancia.

Esto le costó críticas (recuerdo un artículo particularmente agresivo de otra de mis articulistas habituales, Carmen Rigalt), amenazas y denuncias varias. Estoy segura de que le encantó.

El primer libro que leí de ella fue Un Uomo, adquirido en plena orgía de compra de libros en italiano en una tienda de la Piazza dell Duomo de Milán (extraña ciudad en la que abundan las tiendas de ropa y libros y escasean los supermercados).

Lo cogí por puro interés lingüístico, me interesaba familiarizarme con el dichoso passato remoto, pero reticente, esperando encontrarme un panegírico politizado e idealizado del que se dice que fue su único amor Alekos Panagoulis, opositor a la dictadura griega. En absoluto. Es la historia de un hombre lleno de contradicciones en su lucha política y en su relación sentimental y con un destino trágico fijado desde el principio.

Luego me hice con Penelope alla guerra, que la verdad, al margen del provecho lingüístico, ni fu ni fa.De no haber estado en italiano, no lo habría terminado.

Un cappello pieno di ciliege fue un proyecto que desarrolló durante varios años con la intención de recrear la historia de sus antepasados, centrado fundamentalmente en las mujeres, y que aceleró en la última fase de su vida, cuando supo que el cáncer la estaba matando.

Ignoro si la Fallaci llegó a entrevistar a García Márquez pero apuesto a que sí leyó Cien Años de Soledad. Al menos a mí me lo recuerda en cuanto al planteamiento de cómo las vivencias de una saga (en el sentido literal del término) a lo largo del tiempo desembocan en un destino concreto, aunque aquí sin el famoso realismo mágico, salvo quizá la parte de la familia Ferriere, en lo que se refiere a Marguerite después de abandonar Torino (que durita se me ha hecho, por cierto, la parte que se desarrolla en la dichosa ciudad, especialmente cuando describía tantos sitios que ya se me están olvidando).

Es un libro lleno de vivencias de personas sencillas aunque todo mezclado con parte de invención de la propia Oriana, tocadas por acontecimientos los acontecimientos históricos, especialmente el convulso siglo XIX italiano, en plena reunificación y, curiosamente, con la invetable muerte presente en el inicio de cada una de las partes.

Como en la vida misma, aparecen personas con caracteres muy diversos y formas de reaccionar muy humanas que provocan simpatía, rechazo, lástima o irritación, a mí y a la autora, que lo declara abiertamente. Por ejemplo, a ella le cae bien Caterina y a mí me parece una garrula desconsiderada; Montserrat le resulta antipática y a mí me da lástima.


Da que pensar el hecho de que tantos factores aleatorios a lo largo de la historia influyan en que existamos o no. Curioso además, viniendo de una mujer que nunca fue madre.

Recuerdo perfectamente el día que oí en la radio que había muerto. 15 de septiembre de 2006. Cinco días antes se me había caído el mundo encima.

Megadeth. Family Tree



9 comentarios:

Oltra Bitácora dijo...

Adoro a esta mujer de siempre.....bueno desde el año 2000 más o menos, voy a proponerme leer ese libro(aun no sé en que idioma) en cuanto lo haga prometo darte mi conclusión, q probablemente será muy positiva

El rey lagarto dijo...

Buenas tardes Madame.

No se preocupe usted si tarda mucho en leer, yo soy mas cenutrio todavía. Uno de mis defectos es que no leo libros, no tengo la suficiente paciencia como para concentrarme, que le vamos hacer. Me leo 5 paginas y me las tengo que volver a leer porque me he desconcentrao y se me ha pasado cualquier cosa por la cabeza. Soy un libre pensador jajaja

Besets.

duna dijo...

yo soy de las tuyas no me gusta acabar los libros que me gustan, en casa el costillo se escandaliza y dice no entenderlo ya que segun el somos las mas impacientes del mundo y Yo le contesto por eso no me lo quiero acabar ya!!! seremos seres de otra galaxia (aqui el costillo opina que si)pero me gusta ser asi.

rocks dijo...

Leí yo tambien por primera vez a la Fallaci en aquel famoso artículo que publicó el Mundo.
Por si te sirve de consuelo, Madame, llevo yo meses atascado con un tocho de también setecientas y pico páginas, interesante aunque poco conciso y que, como apenas tengo tiempo, no puedo acabar de una vez, con lo que la biografía de Ron Wood que me espera a continuación, está muerta de asco esperando en el estante. Cosas de la vida.

rocks dijo...

Por cierto, adoro ese tema de Megadeth. Qué intro!

maba dijo...

pues no me han entrado ganas de leerlo pero.. adoro sus críticas me da igual que sea de conciertos, de libros o de canciones ... me gusta como están planteadas y los constructivas que son

y yo también creo que falta tiempo como para perderlo con libros que no interesan, aburren etc.. de hecho, pasa lo mismo con la gente, las películas.. aprendí a valorar mi tiempo sobre todo lo demás

besos

maba dijo...

esto tengo que explicarlo:
las comuniones se suelen hacer coincidir con festividades religiosas varias, en este caso, la Virgen del Carmen, patrona de los marineros y la de mi sobrino se celebra en un pueblo marinero.
en todo caso, en mi tierra uno se encuentra con comuniones de mayo a septiembre, sin problema

lo de la ropa fue decisión de los padres de la criatura, el resto es lo habitual

besos

paulamule dijo...

Pues no sabes la suerte que tienes si pudes leer en los viajes. Yo no puedo ni escuchar música en los cascos por los acúfenos, ni leer porque me mareo ni nada de nada. Bueno sí, dormir, y eso cuando me dejan. Una joyita la verdad.
Por cierto ¿un libro de 800 páginas de italiano? Yo ni en cien vidas.
Salud.

Madame de Chevreuse dijo...

Grazie a tutti! Me había propuesto de corazón contestar a vuestros mensajes pero la vida es así, Madame propone y los jefes disponen.