Corren tiempos puñeteros y hay poca pasta en la faltriquera de madame. Ni titulo nobiliario ni leches, soy una hidalga venida a menos. Pero esto no es óbice para descubrir nueva y buena música.
Hay músicos que en lugar de llorar por internet y cacarear aireando que se han gastado no se cuantos euros en grabar un disco que yo no usaría ni de posavasos para que el jarabe no me pringue la mesa, ven en la red la oportunidad de difundir su música. Uno es Joe Pug, al que impepinablemente dedicaré una entrada pronto. Otro es Brett Detar al que descubrí en dos de los blogs de música que suelo leer (cuando mi nefasta gestión de mi tiempo me lo permite): Interzone Rock y Los Hijos Bastardos de Henry Chinasky.

El bueno de Brett tiene pinta de extra de Callejeros y sin embargo todo lo que ofrece es exquisito y cuidado. Durante los últimos años el tipo ha ahorrado el dinero necesario para grabar un disco tremendo, lleno de canciones sensibles, preciosas, bonitas y brumosas casi siempre, alguna más festiva y golfa, de rock campestre en la tradición de los cantautores americanos.
El resultado es una delicia que él mismo ha puesto en su página a disposición del que quiera bajárselo.Y señalo lo exquisito y cuidado de lo que Brett Detar hacer porque además de sus canciones en la descarga incluye un arte bonito con el cuadernillo y letras.
Por supuesto, está la opción de ofrecer algo al autor a cambio. Está la posibilidad de comprar distintos lotes con vinilo, póster, camisetas... o simplemente hacer una donación (que fue por lo que yo opté porque no tengo plato y la camiseta es de chico, y por cierto el propio Brett Detar me escribió un correo para darme las gracias y no era un texto genérico masivo. Eso mola mucho).
El que quiera gozar de una música hermosa y sincera está a un clic sólo de hacerlo. El propio autor pide que se difunda su música. Pues por mí que no quede. http://brettdetar.com/
Brett Detar. Empty House On A Famous Hill. Más barato... el bicarbonato.