Nunca me apasionó la primavera. Es más, no me gusta. Serán reminiscencias de mi época de estudiante, que era ver aparecer las flores y entrarme en la boca el mal sabor de las cosas sin hacer y las fechas aterradoras.
A mí tanto sol, tanto verde, tanta gente en la calle... pues no, me aplana.
Si a eso le unimos que
...últimamente no me suceden muchas cosas interesantes que contar
...lo que me pasa por la cabeza prefiero que se quede ahí dentro porque si no me saldrían palabras muy gruesas que no conviene poner por escrito
...me meto en fregados que no me dejan tiempo creyéndome que conservo las energías de cuando tenía quince años menos y a la duquesa madre atendiendo casi todas necesidades de su cachorra...
Pues eso, que tengo el blogcindario abandonado, el ducado sin barrer y las malas hierbas campando a sus anchas.
En fin, qué vengo a limpiar un poco el polvo de los muebles de la mano de Kim Lenz que anda estos días de gira por España con sus Jaguars. Anoche dio en Madrid un intenso (en toda la expresión de la palabra) concierto del que no podía pasar sin dejar un pequeño apunte.
Qué poderío en el escenario y qué simpatía (potenciada por un buen menio al vino, es patente que a la nena le gusta el tintorro)
Qué estilazo se gasta de pelo y ropa
Qué habilidad para jugar con la voz
Qué agradable después del concierto en la firma
Qué banda... qué peligro tienen.
La dama anda de gira por España (ojito, que parece jugona) así que... ustedes sabrán.
¡Ah! Madame is here to stay